He tenido el privilegio
durante muchísimos años de servir como docente en una institución educativa, de
más está decir que en estos años he podido aprender un par de cosas, he
olvidado un par de cosas, me equivocado un par de veces (más de un par la
verdad) y ahí ha pasado el tiempo, puedo decir sin duda que dedique mi vida a
la academia a ese difícil trabajo de tratar de enseñar.
Ahora puedo decir que en estos
años estoy total y absolutamente convencido de que ¡No sé nada! Digo en este
punto de mi vida sigo estudiando (si, si ya me gradué, si ya soy profesor, si
debería saber muchas cosas) pero contrario a saberlo todo me he dado cuenta de
lo poquísimo que se de las cosas. Cada vez que comienzo una nueva aventura
educativa llámese curso, certificados, carrera, maestría de lo que me doy
cuenta es de lo increíblemente infinito que es conocimiento de cualquier
materia y de cuanto necesito leer y aprender sobre algo para comenzar a rascar
la superficie de cualquier tema. Soy de ese tipo de personas que jamás dejara
de aprender, que pasara su vida siempre queriendo saber sobre diversas cosas
puesto que es gusanito de conocer en lugar de hacerse más pequeño me inunda el
pensamiento día con día.
Es gracioso entonces desde mi
punto de vista de como me encuentro con personas que ya lo saben todo, es mas
no solo lo saben todo ellos son dueños de la única y definitiva verdad, yo
llamo a estas personas Esnobs Académicos. En que en algún momento estas
personas se sintieron tan seguras de lo que sabían que se convencieron a si
mismas de que ellos son la verdad personificada. ¡Y…bueno!! eso no está mal (digo yo) cada quien puede
creer de si mismo lo que quiera sin lugar a duda, ahora estas personas no
solamente creen que ellos son la única farmacia del pueblo también se siente
superiores a los demás por eso y eso…sin lugar a dudas es muy divertido. Ver a
personas pavoneándose en la vida por el extenso conocimiento que tienen,
completamente seguros que el universo gira alrededor de ellos, sintiéndose los
dueños de la gravedad y de la invención del agua salada del mar. Hacen todo en
su poder por convencer a los demás de que ellos lo saben todo, ¡ojo! No están tratando
de convencer a los demás su amplio conocimiento científico, más bien los están
convenciendo de que como ellos ven ese conocimiento es la única verdad posible.
¡A veces estas personas son capaces de humillar a los alumnos, a sus propios
colegas y a las personas que sin duda están …a ver como escribo esto…! ¡Debajo
de ellos! Y hay de aquel que se atreva a cuestionar la indescriptible
inmensidad de su humildad, sus éxitos o sobre todo la importancia que les da el
ser tan sabios e importantes.
Es triste ver personas así,
pero es más triste ver docentes ahí, parados en sus altos altares, casi inalcanzables
para nosotros los simples humanos que solo tenemos la gloria de ver sus
ejemplos. Es fácil reconocerlos, usan frases como “que decepción me dio saber cómo
era”, “tenía otro concepto suyo”, “no es posible que usted piense así”, “usted
debería ser más humilde y aceptar mi consejo”. Otros simplemente se decepcionan
y se enfadan o hasta se vuelven sus enemigos cuando usted no actuó como ellos
pensaban que lo haría (recuerde ellos son dueños de la verdad, ustedes no
tienen derecho a pensar diferente a ellos).
Es gracioso verlos subidos en
los pedestales que ellos mismos se construyeron y ellos mismos se subieron. ¡Yo
un día escribí esto…! ¡Soy docente pero no hago milagros! Y lo repito, de los
miles de alumnos que he podido tratar de enseñar, a algunos pude hacerlo con
éxito al punto que algunos se convirtieron en mis amigos, otros pasaron nada más
y muchos otros me ven como un despreciable “VIEJO” que les dio la clase y no
fui capaz de enseñarles nada. Esto no debe volverme soberbio, a usted que es
docente, no se autonombre Dios, no se auto coloque en pedestales que nadie
puede alcanzar, si aprendió algo por poquito que esto sea y usted se dice
docente, trate de enseñar, el éxito de la docencia no es que todos lo amen o
que todos lo acepten o que usted tiene la razón, el éxito de la docencia (¡creo
yo!) es dar honestamente su mejor esfuerzo, tratar a todos (alumnos y colegas
profesores) justa y equitativamente. Ahora yo sigo aprendiendo…que se yo de esto,
si usted se enojó por eso siga en su pedestal, se ve lindo ahí…
Lo bueno es bueno, aunque
nadie lo haga, lo malo es malo, aunque todos los hagan
Herbert Soriano