Es una de
las palabras más usadas por las personas supuestamente educadas, por ejemplo (políticos,
periodista, policías o personajes públicos en general) en la cual deben
enmarcarse todas las actividades que desarrollamos dentro de la sociedad. El
respeto en teoría es una manera cordial de resolver todo tipo de problemas,
pueden ser sociales, comunales, políticos entre algunos. Por lo tanto, podemos
ver como algunas personas usan el termino, “todo debe enmarcarse en el respeto”,
algunos añaden la frase “buenas costumbres”.
Se ve como
algo de mala educación, levantar la voz, vociferar, usar palabras inadecuadas,
descorteses o vulgares, mucho menos es aceptable ninguna forma de violencia, protesta
callejera o hasta ruidos fuertes, por estos son términos que violan “el respeto
hacia los demás”.
Es muy interesante
ver como un político o un periodista se escuda en una supuesta educación superior
y nos llama a” ser respetuosos” o que nuestros reclamos deben estar “dentro del
marco del respeto”. Estos personajes nos dicen que todo debe hacerse siempre en
el marco del respeto, el marco de la educación, en el marco de la
institucionalidad, en el marco de la ley.
Hoy en día nos
damos cuenta de que esto solo es un hecho descarado para avalar actos barbáricos
de todo tipo. Lo primero que tenemos que entender es que, para tener respeto,
nosotros tenemos que ser respetuosos y créame sin duda el respeto se extiende
mucho allá de más de gritarle a alguien o liarse a golpes con alguien, el respeto
real es mucho más profundo que eso.
El respeto
puede considerarse un valor moral superior que es muy difícil de obtener, pero
muy fácil de perder. Ganarse el respeto de las personas con que convivimos es realmente
complejo, es un proceso que conlleva años de arduo trabajo de sinceridad de
probada moralidad. El respeto no se impone a la fuerza lo cual es un hecho muy
importante de destacar, tampoco es algo que se pueda comprar o cambiar, el respeto
debe ganarse y este se gana con el ejemplo. El respeto se pierde de inmediato
violando leyes, faltando a la moralidad, siendo deshonesto ente otras cosas. El
respeto es una superioridad moral que se nos da de parte de la sociedad cuando durante
años cuando una persona ha demostrado su apego a la verdad, las leyes, la honestidad,
a sus ideales y las buenas costumbres.
No se
respeta a un ladrón, no se respeta a un mentiroso, no se respeta a un asesino,
no se respeta a alguien que planea el mal para los demás, no se respeta al violador,
no se respeta al traidor, no se respeta quien vende sus ideales y cambia de
bando cuando le conviene, no se respeta a quien se vende por dinero.
Es increíble
en el contexto social que vivimos ver como políticos y periodistas
(especialmente) exigiendo al respeto de las leyes porque en sus palabras “lo más
importante es el apego y respeto a la constitución de la república”. No puede
pedir respeto usted nacionalista cuando se sentaron a una mesa a repartirse el
dinero que nos robaron del seguro social o cuando se sentaron a planear el
asesinato masivo de miles de hondureños dándoles pastillas de harina o cuando
saquearon el instituto de previsión del magisterio. No puede pedir respeto un
partido donde sus líderes políticos más prominentes están en la cárcel por fraudes
mundiales, por narcotraficantes en otros países o simplemente el mundo reconoce
su falta de moralidad.
No se le
puede pedir un respeto al pueblo que fue robado, saqueado, asesinado, burlado,
violado y perseguido sin esperar alguna reacción del mismo, Tampoco se le puede
decir a ese pueblo que no es respetuoso por no respetar “el imperio de la ley”
cuando individuos como ustedes representan la ley. Es tan simple como esto, ustedes
no tienen el respeto de nadie, nadie los reconoce como autoridades, nadie los
reconoce como gobernantes, nadie les reconoce como personas respetuosas.
Por lo tanto,
no se escuden en su supuesta buena educación, manera respetuosa o legitima de
vivir la vida. Nosotros, que estamos indignados y hartos de su mentiras y falsedades,
¡YA LES PERDIMOS
EL RESPETO! así que es ridículo que se escuden en la moralidad
que no tienen.
El ladrón
merece cárcel, punto.
El violador
merece cárcel, punto.
El traidor
merece cárcel, punto.
El asesino
merece cárcel, punto.
El dictador
merece cárcel, punto.
Esto se los
digo CON TODO RESPETO.
Lo bueno es
bueno, aunque nadie lo haga, lo malo es malo, aunque todos lo hagan
Herbert
Soriano
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