Una de las
mas ilustres artimañas de los que gobiernan injustamente, de los que buscan
impunidad, de los que pretenden conseguir sus metas doblegando o rompiendo el
sistema de leyes en un país es que son completamente intolerante a las críticas.
En su incorrecto mundo donde los valores que la sociedad aprecia como la
honradez, la dedicación, la entrega, la tolerancia y el respeto no existen ese
valor que todos los humanos hemos aprendido a lo largo de los años o que le
experiencia nos ha enseñado “el de ser criticado” en ellos no existe.
No debemos equivocarnos
con la mal llamada tolerancia que pregonan los políticos y funcionarios públicos
corrupto, ese discurso de “hemos sido demasiado tolerantes”, no funciona cuando
viene de alguien no que no conoce el sistema de leyes y mas terrible aun no lo
practica. La tolerancia aplica para las personas que viven bajo el imperio de
la ley, nadie que robe, asesine, reprima entre otras muchas cosas puede darse
el lujo de “no ser tolerante”.
Tampoco
vamos a confundirnos con el hecho de excusarnos en la educación, “es que todo
debe ser dentro de la educación y el orden” según escuche hace poco a un jefe
militar por ahí. La educación y el orden son productos también del respeto por
a la ley y sépalo bien una persona o cumple la ley o la rompe. No se puede andar
por vida siendo “medio honrado” o “medio ladrón”, nadie puede andar por la vida
“medio cumpliendo la ley”. El que cumple la ley vive en paz, el resto debe
pagar por sus castigos contra la sociedad es así de simple.
La intolerancia
a la criticas tiene un nombre y se llama “berrinche” así de simple, se dan en
los niños cuando no se les complacen sus caprichos o cuando se les dice algo
que no logran entender por su falta de madurez. Por ejemplo “hoy no se puede salir,
no hay dinero o esta lloviendo” y el niño entra en un berrinche, el padre tiene
entonces dos opciones claras o disciplinarlo o no hacerlo. Ambas acciones
tienen consecuencias a corto y largo plazo, la disciplina a largo plazo desarrollará
un sistema de reglas que el niño a la larga aprenderá, vera que sus berrinches
no tienen el eco que el esperaba y tranquilizarse es lo que mas le conviene. Es
obvio que el no disciplinarlo da resultados contrarios, berrinches mayores,
etc, etc.
Una
interesante situación que se da es que en el momento del “berrinche” el niño no
entiende razones, no se puede tratar con él, sin importar lo que se diga nada tendrá
efecto, lo mismo pasa exactamente con los corruptos, ladrones, narcotraficantes
y otros grupúsculos de parias sociales con los que tristemente nos toca
convivir a las buenas personas de la sociedad.
Si comparamos
estas situaciones vemos como en primer lugar no se les puede criticar en nada,
es lógico no entiende de sociedad, no entiende de leyes, no entienden de
valores por lo tanto “solo ellos tienen razón”. Podemos ver un ejemplo de esto
en nuestro país Honduras, en el que solamente el partido gobernante debe y
tiene que tener cada puesto posible de gobierno y que nadie más es capaz de
gobernar solo ellos. La presidencia, el congreso, la corte suprema, la fiscalía
y todo donde puedan meter sus pútridas garras debe ser gobernado por ellos porque
resulta que ¡nadie!, absolutamente nadie puede hacer lo que ellos tan perfectamente
hacen (según ellos).
No se
aceptan críticas, no se aceptan quejas, nada de lo que alguien que no sea de su
glorioso grupo delincuencial es aceptado por que ellos están simplemente “encaprichados”
en el poder factico que han creado en nuestro país. Simplemente el resto del
mundo que no es nacionalista es ignorado.
Tal es el dominio
que quieren ejercer, que quiere legislar para que en los medios sociales, periodísticos
o simplemente la voz del hondureño en la calle sea en su beneficio. Nadie de
ninguna manera puede ni criticar, ni argüir nada que no sea la única verdad que
ellos maneja puesto que si usted lo hace simplemente usted es un “revoltoso”, “un
ñangara”, “esta desatando el odio”, “no quiere paz y amor”, “usted no es una persona
civilizada” entre algunos de los epítetos que se nos da a los que estamos en
contra de la pacotilla de delincuentes que temporalmente oprimen al país.
El grito de
“FUERA JOH”, “LADRON”, “DELINCUENTE”, TRAIDOR”, “GORILA” o simplemente “Hijo de
pu…” es una expresión libre de cualquiera que no este de acuerdo con lo que hoy
está pasando en el país. Sepan ustedes que hasta los prisioneros de guerra tenían
derecho a expresarse en su cautiverio, según la convención de ginebra.
Mi grito no
es mala educación señores, mi grito no es de un comunista, yo no estoy
incitando el odio, yo no estoy llamando a la muerte o la violencia. Mi grito nace del corazón de un hondureño que
se gana de la manera mas honesta el pan de cada día mientras otros se enriquecen
de mi sudor y trabajo, mi grito nace de verlos ahí, en sus banquetes, en sus
aviones, en sus casas, donde sus mascotas comen mejor que la mayoría de
nosotros.
Mi grito es
mas fuerte que sus risas alcoholizadas, mas fuerte que sus carcajadas burlándose
de mi pobreza, mas fuerte que sus disparos, mas fuerte que sus bombas lacrimógenas, mas fuerte que sus risas demenciales planeando la represión de casa hondureño en su contra, mi grito trasciende…
“FUERA JOH”
Lo bueno es
bueno, aunque nadie lo haga, lo malo es malo, aunque todo lo hagan
Herbert Soriano