Amo: A Dios sobre todas las cosas, a mi familia, a tu espalda, a tus ojos, al olor a fresas, al caminar en la naturaleza, a lo suave de tus maravillosas manitas, al color de las flores, al sabor de los frijolitos de mi tía, a la voz de mi tío Maynor, a mi mami cantando todas las mañanas, a ese momentito en el que me estoy durmiendo y tu rostro se me dibuja en la mente, al jugo de naranja, a lo maravilloso que se siente tener el mismo apellido que mis primos, ir al estadio con mi familia, bucear, a que simplemente existas… Sí me refiero a ti, deja de preguntártelo.
Amé: A mi abuelita, a su comida, sus historias, irme de viaje con ella, ir a Copán a donde mi tía Julia, el sabor de sus tamales, cuando entrabas a mi cuarto cantando todos los domingos para que me levantara y nos fuéramos a la iglesia… Te amé tanto, te amo tanto, te extraño tanto mamita (abuelita) linda.
Amaré: Tus ojitos cuando nazcas, verte en mis brazos cuando me quieras agarrar con tus manitos la cara, darte pepito y ver cómo te lo tomas, verte los deditos de los pies, darte besitos en la pancita, ponerte tu primera ropita, verte un día ir a la escuela, verte crecer, sentirme orgulloso de tener mi hermosa hija cuando nazcas, que lleves mi apellido.
Amas: A la vida, al maravilloso y amarillito sol, al abrazo de los que me aman, al poder comer con mis amigos, al tomarme un cafecito en la tarde y poder tener con quién hacerlo; a todas las cosas lindas que me dijiste y jamás voy a olvidar, a que ni con pintura de aceite van a poder ocultar tu nombre, el que llevo escrito en el alma; al que murió por mí en la cruz.
Ama: Con todas tus fuerzas, sin dejar nada, con toda tu alma… Hoy, sin pensar en el mañana, sin temor a equivocarte, sin ver hacia atrás, sin tiempo ni espacio, a grito partido y con el corazón en la mano, radicalmente, apasionadamente, totalmente, hasta que no puedas más, con cada pedacito de tu ser, brutalmente, en la mañana, en la tarde y porqué no en la noche, el fin de semana y todos los lunes debajo de un palo de mangos, disfrazado de pollo, comiéndote una baleada, cuando te quemes la lengua con el café. Como sea, solo hazlo.
Amarás: Cómo te voy a tratar, cómo me voy a dedicar a ti cada momento del día, cómo voy a dedicar mi vida a hacerte sonreír, cómo voy a encontrar en tu cuerpo cada huequito donde quepa mi pasión para hacerte cosquillas (de las que dan risa y de las que no dan risa), cuántas flores y chocolates te voy a comprar, en cuántos idiomas voy a aprender a decir que te amo.
Amaría: Que estuvieras acá ahora, poder irme caminando por la calle agarradito de tu mano y que viéramos la luna; saber que nunca me voy a volver a sentir solo, irme de viaje a la China contigo, dormir un mes seguido, despertar a tu lado, pedirle tres deseos a un genio.
Amaba: Los muñequitos de las tres de tarde, ver Mazinger Z, ver los Transformers, la Orange Crush, jugar potra en la escuela, escaparme de la universidad contigo para venir a mi casa, tu sabor, tu olor, lo suave de tu hombros, los libros pasquines de Memín Pinguín, las hamburguesas de Burger Hut, las navidad con toda la familia, la Copan Dry.
Sea la forma de conjugación que use, en el tiempo o el pretérito que mejor le parezca, con el pluscuamperfecto o gerundio de su preferencia: ¡Ame! Dese cuenta de cuánto lo aman, dese cuenta de cuánto amó, de cuánto amará, de cuánto necesita el amor, de cuánto amor necesita, de quién necesita amor.
Si usted tiene, ¡delo! Ese no se gasta, ni se malgasta, ese se duplica y multiplica, en el pasado existió, ahora existe y del futuro ni qué decir… Sin él, no existe. Regálelo a lo bruto, déselo a todo el mundo, delo con la comida, métalo en la lonchera de sus hijos, en la forma que quiera; dé besos, risas, nalgadas, frases, palabras, escritos en un tonto blog que se llame “De dónde salió Cocoliso”, en una canción mal cantada, en un poema, en una servilleta, en un mensajito. ¡Ame!
Gracias Malena por sus verbos pasados, presentes y futuros.
Si Dios tiene cartera, te juro que no tiene dinero, pero tiene una foto Tuya!!!
